El 15 de abril de 1961, traidora y sorpresivamente, en un plan organizado y pagado por la CIA, fueron bombardeados tres aeropuertos cubanos. Las naves, pintadas con las insignias de la Fuerza Aérea Cubana, atacaron los enclaves de San Antonio de los Baños, Ciudad Libertad y Santiago de Cuba. Era el preludio de la invasión mercenaria por Playa Girón.

Siete combatientes cubanos cayeron ese 15 de abril mientras rechazaban la agresión. En un comunicado al pueblo de Cuba, Fidel informa sobre lo sucedido  y proclama que «si este ataque aéreo fuese el preludio de una invasión, el país en pie de lucha resistirá y destruirá con mano de hierro cualquier fuerza que intente desembarcar en nuestra tierra».

Entre los caídos aquel 15 de abril se encontraba el joven artillero Eduardo García Delgado, quien al ser alcanzado por la metralla,  guardó fuerzas para escribir, con su sangre generosa, el nombre de Fidel.

El 16 de abril de 1961 el Comandante en Jefe Fidel Castro proclama el carácter socialista de la Revolución Cubana en el sepelio de las víctimas de los bombardeos perpetrados la víspera contra los aeropuertos de Ciudad Libertad, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba

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En homenaje a los caídos durante el rechazo a la invasión mercenaria que desembarcaría al amanecer siguiente, esta fecha quedó instituida como Día del Miliciano.

Menos de 72 horas más tarde se consolidaba la victoria y el imperialismo sufría su primera gran derrota militar en América.

Como símbolos de continuidad y futuro, ese mes acoge la fundación de la Unión de Jóvenes Comunistas y de la Organización de Pioneros José Martí, cuyos miembros han sido protagonistas de numerosos sucesos históricos y están hoy en la primera línea en el enfrentamiento a la COVID-19.

Abril acogió, también, hace un año, la proclamación de la nueva Constitución de la República de Cuba, hecho que se inscribe en el camino de las transformaciones del modelo económico y social de la nación.

Por esta sucesión de acontecimientos puede decirse que abril es referencia, ejemplo, continuidad y fundación. Es fuente donde nutrir las fuerzas frente a adversidades y retos.

A la vuelta del almanaque, nos pone de nuevo ante un desafío inédito, que requiere sobre todo del máximo de disciplina de cada uno, pues como ha señalado el presidente de la República: “Mientras más rápida y contundente sea la respuesta que demos en las condiciones de nuestro país, menores serán los efectos negativos que después tendremos que enfrentar”.

Cumplamos entre todos la máxima martiana “haga cada uno su parte del deber y nada podrá vencernos” y podremos agregar otra página de victoria al honroso calendario de la Patria, como una mañana de abril con nueva luz.

Fuente: Tomado de ACN, Juventud Rebelde

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