Cuba refuerza sus medidas en frontera para identificar los posibles casos de infectados con el nuevo coronavirus COVID-19.

Con el objetivo de evitar o minimizar el riesgo de entrada al país de la Covid-19 es hoy la principal tarea de la Sección de Control Sanitario Internacional del Aeropuerto José Martí de la capital cubana y del resto de los aeropuertos del país.

Se trata de una de las entidades encargadas de la vigilancia en frontera, que aplica las medidas contempladas dentro del Plan de Acción del Ministerio de Salud Pública, en especial para los pasajeros procedentes de países afectados por la enfermedad.

Para cumplir con esta responsabilidad está activado un sistema aeroportuario, que diariamente revisa de conjunto con todas las entidades presentes en el aeropuerto lo ocurrido durante 24 horas: arribos y salidas e identificación de los vuelos de mayor riesgo, detalló la especialista.

Los médicos en frontera son la primera autoridad que tiene contacto con los pasajeros provenientes de cualquier nación, quienes abordan el avión y solicitan al capitán de la tripulación detalles de la situación sanitaria de los pasajeros o sobre cualquier incidente relacionado con la salud de los mismos.

Según comentó a la prensa Jorge Luis Bubaire, jefe de la Aduana en el Aeropuerto Internacional José Martí, como parte de la estrategia para hacer frente a la crisis sanitaria mundial se han aplicado medidas organizativas, de preparación y control, de manera coordinada con el Ministerio de Salud Pública y Migración.

Indicó que se ha insistido mucho en la capacitación y en la necesidad de cumplir con disciplina y rigor las medidas propuestas en el Plan Nacional de Prevención y Control, y que para ello todo el personal de la Aduana cuenta con el equipamiento de protección y la preparación necesarias.

El galeno realiza un pesquisaje a todos los viajeros, que después pasan por el escáner de temperatura, para conocer si tienen fiebre y en Inmigración y Extranjería se controlan los pasaportes para verificar si alguien tiene entradas a los países de mayor riesgo.

A partir de esa información, comentó, se implementan las medidas concebidas para proteger y dar la atención especializada que requiere cada operación aeroportuaria.

Ilustró que en el aeropuerto hay un plan de emergencia, y que cuando se identifica a un pasajero con sintomatología propia de la enfermedad, inmediatamente el capitán se comunica con la torre de control y el puesto de mando, y se informa de manera automática a todas las autoridades competentes para que jueguen el papel que les corresponde.

Se han estudiado los horarios con mayor concentración de público, y en estos se ha reforzado el personal, aseguró, y recordó que se trata de un plan dinámico, que se ajusta en dependencia de las condiciones.

Todos los días, en horas de la mañana, se analizan los arribos y salidas previstos, y se identifican los vuelos de mayor riesgo, lo cual permite tomar las medidas pertinentes, manifestó.

Dijo que aunque ahora la principal misión de la Aduana es impedir la entrada de más casos a Cuba, no descuida otras importantes funciones, como la de controlar que no accedan a la Isla drogas y otros materiales dañinos a la seguridad nacional.

Con información de ACN y Prensa Latina

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *